LENGUAJE DEL ALMA

     Los gestos dictados por Dios en la Biblia y recogidos por la liturgia, no son inéditos. Lo más frecuente es que sean gestos tradicionales y habituales en el pueblo de Israel y en otros próximos a él. Son la expresión espontánea de sentimientos universalmente humanos o bien la elaboración del pensamiento intuitivo. Al imponerlos, Dios ratifica la actitud del alma que ellos expresan: respeto, amor, sumisión, etcétera. Lejos de ser arbitrarios o artificiales, esos gestos son el lenguaje más adecuado del alma; lenguaje más rápido que la palabra, más sincero y más comprensible para quien los percibe por primera vez.

Se comprueba que el gesto es superior a la palabra, sobre todo en las relaciones del hombre con Dios, cuando, conmovido por un contacto divino, el hombre es incapaz de hablar. Los gestos ordenados por Dios en el momento de las teofanias bíblicas, se han convertido, para los herederos de la tradición judío-cristiana, en la expresión del misterio por excelencia.

tomado de:
La liturgia del gestoHelene Lubienska de Lenval

en: CUADERNOS PHASE, 158, Bcn 2006, p. 31
Gracias a D. Pedro Calahorra por señalarme esta publicación